La fisioterapia en ancianos es una técnica para que las personas mayores lleguen a la etapa de la vejez de la mejor forma posible ejercitando su mente y su cuerpo, y mantener su autonomía durante más tiempo y llevar una vida social como más les guste. Hoy desde los Centos de Mayores Ciudad Jardín, te explicamos la importancia que tiene.
¿Por qué es importante la fisioterapia en ancianos?
Las causas más comunes de la pérdida de las capacidades funcionales en los ancianos es la inactividad o inmovilidad, que se pueden dar causas como: enfermedad que le impida moverse durante cierto periodo de tiempo, quemaduras, fracturas o accidentes vasculares periféricos.
Cuando se da cualquiera de estas patologías, la actividad del paciente se ve reducida notablemente hasta que la enfermedad sigue su proceso y se estabiliza. Es importante que para que no haya aislamiento, lleve una vida con una mayor autonomía y sin un sentimiento de dolor al movimiento, parestesias.. por lo que hay que favorecer el movimiento de los ancianos creando lugares seguros en sus hogares.
Los beneficios de la fisioterapia en ancianos
La fisioterapia en el anciano le ayudará a fortalecer sus músculos así como a adquirir un mayor nivel de seguridad en su cuerpo. Mejora su movilidad y su masa muscular evitando posibles caídas y fracturas o heridas. Aunque debes de saber que no sólo les hace mejorar el estado físico sino que también mejora su actitud y estado emocional al realizar actividades con la que se pueden relacionar con otras personas.
Hay ejercicios de fisioterapia para ancianos muy sencillos de hacer, y para los que no hace falta un gran equipamiento. Una cosa que hay que tener segura es que no hay que contener la respiración durante los ejercicios de fortalecimiento para no causar cambios en la presión sanguínea.
Uno de estos ejercicios es la empuñadura: Este simple ejercicio le puede ayudar si tiene problemas levantando cosas o sosteniéndolas. Puede hacerlo hasta cuando está leyendo o viendo la televisión. Sostenga en una mano una pelota de tenis u otra pelota pequeña de hule o espuma. Apriete la pelota lentamente y tan fuerte como pueda por 3-5 segundos.
Relaje la mano y afloje lentamente. Repita 10-15 veces, y luego otras 10-15 veces con cada mano. Así durante dos o tres veces, varias veces al día. Este es uno de los ejercicios más sencillos para empezar a cambiar los hábitos provocados por la mala forma física.
Gracias por compartir este contenido sobre la fisioterapia en las personas mayores. Sin duda tiene muchos beneficios, lo tendré en cuneta para mi madre