Las olas de calor presentan un riesgo muy real. Averigüe cómo superarlos sin preocupaciones, especialmente si tiene más de cierta edad. Por eso, hoy desde Grupo Ciudad Jardín, centro de mayores, os enseñaremos cuáles son los efectos de la ola de calor, su riesgo y recomendaciones para ancianos.
¿Qué se entiende por «ola de calor»?
¡Oh, verano! ¡Qué maravillosa estación donde la Madre Naturaleza se revela en toda su gloria! La belleza de los parques y jardines, las canciones de las aves y, por supuesto, el calor del sol ayuda a revitalizarnos antes del regreso del invierno. El calor suele revitalizarse, pero puede volverse opresivo cuando el termómetro se dispara y la humedad se acumula.
Cuando los pronósticos meteorológicos proyectan al menos 30° C y un humidex (combinación de temperatura y humedad en una sola medida para reflejar la temperatura percibida) de 40° C o más, hablamos de calor opresivo o de una ola de calor, que es un peligro para la salud, especialmente para los bebés y para los ancianos.
Los efectos de una ola de calor.
Debido al calentamiento global, los períodos de calor opresivo son cada vez más frecuentes, prolongados e intensos. El calor extremo también significa riesgo de deshidratación. Aparte de los síntomas como sequedad de boca, hipotensión y calambres musculares, la deshidratación debida a la sobreexposición al calor extremo puede causar insolación.
El golpe de calor ocurre cuando el cuerpo se sobrecalienta y no puede enfriarse. Esto puede causar fiebre, dolor de cabeza, mareos, desmayos y, en el peor de los casos, la muerte. El golpe de calor es una emergencia médica y requiere atención médica inmediata.
El calor opresivo también predispone a las personas a otros problemas de salud, como:
- Edema por calor (hinchazón).
- Sarpullido.
- Calambres por calor.
- Agotamiento por calor.
El riesgo para los ancianos.
Las personas mayores son generalmente más vulnerables a los efectos de una ola de calor, especialmente si:
- Toman ciertos medicamentos o si están afectados por condiciones que tienen el efecto de disminuir su tolerancia al calor.
- Están aislados física y socialmente.
- Presentan una pérdida de autonomía.
Varios medicamentos (es decir, diuréticos, agentes antiparkinsonianos y antiarrítmicos, etc.) pueden interferir con los mecanismos de termorregulación del cuerpo, que predisponen a las personas a enfermedades provocadas por el calor.
Algunas afecciones médicas pueden aumentar el riesgo de insolación u otra enfermedad relacionada con el calor. Además, el calor opresivo puede empeorar varias enfermedades crónicas. Por lo tanto, es importante ser muy prudente si padece alguna de las siguientes condiciones:
- Enfermedad cardiovascular (es decir, insuficiencia cardíaca).
- Enfermedad pulmonar (es decir, enfisema, asma).
- Enfermedad renal o insuficiencia renal.
- Enfermedad neurológica.
- Hipertensión.
- Diabetes.
Recomendaciones para los ancianos
Incluso si todavía te sientes joven de corazón y tienes una mente aguda, podrías ser más vulnerable a las olas de calor debido a tu edad. Dicho esto, no es necesario que se preocupe si sigue este consejo:
- Bebe más agua de lo habitual.
- Evite las actividades al aire libre durante una ola de calor. ¿Por qué tomar riesgos innecesarios?
- Limite su consumo de té y café para prevenir la deshidratación. Si te resulta difícil limitarte, bebe más agua.
- Descanso.
Si es posible, quédese en una habitación con aire acondicionado.
En Grupo Ciudad Jardín, especialistas en centros de mayores, sabemos lo importante que es cuidarse y cuidar de nuestros mayores. Por ello, esperamos que os haya gustado este post. Para cualquier consulta, no dudéis en poneros en contacto con nosotros.
Gracias por estos tips y consejos para saber cómo actuar en una ola de calor. Sin duda tenemos que cuidar a las personas mayores y tener cuidado en esos momentos