¡Hola lectores! Hoy desde Ciudad Jardín, residencia de ancianos de Extremadura, queremos hablar de algo muy común en estos tiempos que vienen. El fin del verano ya ha llegado y poco a poco las temperaturas comenzarán a bajar. Ello repercutirá en la vida de nuestras personas mayores ya que son más susceptibles al frío. ¡Veamos el motivo!
Personas mayores y el frío
Las personas mayores siempre han sido mucho más suceptibles al frío que las jóvenes. Es muy normal ver a ancianos con varias capas de ropa cuando apenas hace un poco de frío. ¡Y todo ello tiene una explicación!
Según estudios realizados por la Universidad de Yale, a medida que tenemos una edad más avanzada somos más susceptibles al frío. Existe una correlación entre los años cumplidos y cuánto nos afecta el frío. Esto se debe al deterioro del sistema inmunológico lo que produce una pérdida constante de las células encargadas de restaurar el calor corporal.
Además, el ejercicio físico se ve reducido drásticamente lo que implica que se quema mucha menos grasa. El hecho de quemar grasa hace que la temperatura corporal aumente, hecho que no se produce en el cuerpo de las personas mayores.
Consecuencias del frío en las personas mayores
Dicha pérdida de células hacen que la temperatura corporal se mantenga baja y cause problemas de salud. Algunos de los más comunes son las dolencias crónicas y los problemas metabólicos.
Como bien reconoceréis, estos problemas son muy comunes en los ancianos, teniendo dolores contínuos así como problemas de digestión de alimentos en su día a día. A través de ciertas acciones esta situación puede ser controlada y minimizar los efectos.
Dichas células son conocidas como ILC2 y, desafortunadamente, todavía no existe un tratamiento efectivo que provoque la producción de dichas células. De hecho, tratamientos de laboratorio probaron como aumentaban las células pero al mismo tiempo eran más susceptibles al frío que antes de empezar con el tratamiento.
Remedios para el frío en las personas mayores
Para hacerlo más llevadero recomendamos llevar a cabo las siguientes accones:
-Realizar cuanto más ejercicio físico mejor puesto que favorece la aliminación de grasa, proceso por el cual la temperatura corporal aumenta. Además de remediar el frío, el ejercicio físico supone una mejora en la movilidad y en la salud de los mayores.
-Además, aunque parezca obvio, controlar la temperatura del hogar resulta fundamental. Adaptarla a las necesidades de nuestras personas mayores y aumentar la temperatura para compensar ese déficit corporal.
–Ingerir alimentos y bebidas calientes que ayuden a aumentar el calor interno. Un buen café o té en el desyuno o media mañana, puchero para comer y sopa para cenar podría ser un buen menú para ayudar a mantener esa temperatura corporal alta.
–Cuidar la vestimenta y usar capas gruesas que aíslen del frío del exterior. Además, es muy recomendable usar accesorios como bufanda, guantes o gorros de lana si salimos a la calle.
Gracias a ello no será tan brusca esa pérdida de células ILC2 y la temperatura corporal será más estable. En Ciudad Jardin, residencia de ancianos de Extremadura, siempre tenemos en cuenta la temperatura de nuestras instalaciones. Cuidamos hasta el último detalle para ofrecer un servicio de la más alta calidad. ¡Hasta la próxima!