¡Buenos días a todos! Hoy desde el blog del Grupo Ciudad Jardín, residencia de ancianos en Cáceres, os hablamos sobre la primavera y las alergias, y cómo estas afectan a nuestros mayores.
Ya estamos en abril, hace unas semanas comenzó oficialmente la primavera. Y ya sabemos que primavera y alergias son dos palabras que van de la mano. Con el comienzo de la primavera no ha llegado solo el bueno tiempo, sino que también han llegado los síntomas de las alergias primaverales.
El volumen de polen lanzado al aire cada año va aumentado cada vez más, una de las causas es el cambio climático. Por lo que cada vez, las alergias en adultos mayores son más frecuentes, y estas pueden dar lugar a complicaciones de salud.
¿Cuáles son los síntomas de la alergia primaveral?
Los síntomas más frecuentes, comunes para personas jóvenes y de la tercera edad son el lagrimeo, picor de los ojos y estornudos. Sin embargo, en edades avanzadas, la piel y los ojos presentan mayor sensibilidad, por lo que estos síntomas pueden parecer más intensos y ocasionar en las personas mayores rinitis.
Las alergias graves pueden causar dificultad respiratoria, mal funcionamiento del corazón y descenso de la presión arterial, lo que se conoce como anafilaxia. Aunque no suele ser habitual, es recomendable vigilar la evolución de los mayores ante los tratamientos alérgicos.
¿Cómo evitar la alergia a la primavera?
- Evitar salir a la calle en las horas de mayor concentración de polen: al amanecer y al atardecer. Es preferible evitar los parques y jardines.
- Consultar cuál es la concentración de polen en la ciudad en que se vive (se puede hacer en la página de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica).
- Tener a mano los medicamentos recomendados por el alergólogo para hacer frente a los síntomas característicos de la alergia. Utilizar siguiendo siempre sus indicaciones.
- Utilizar gafas de sol para proteger los ojos del polen en el caso de que haya que salir a la calle.
- Mantener las ventanas de casa cerradas para evitar la entrada del polen, especialmente si hace viento y sol. Con 10 minutos es suficiente para ventilar la casa, se recomienda hacerlo en el momento en que la concentración de polen es menor: a mediodía.
¿Son útiles las mascarillas contra las alergias de primavera?
Además de ser una medida de protección para evitar la propagación del coronavirus, el uso de la mascarilla ha tenido otros efectos positivos. Según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), el uso de la mascarilla puede ayudar a reducir la inhalación de partículas de polen y polvo hasta un 80%, por lo que se produce una reducción «importante» de los síntomas. . Sin embargo, no todas las mascarillas tienen el mismo efecto en esta época del año. Las mascarillas autofiltrantes tipo FFP2 y FFP3 protegen, tanto de la exposición al polen como a los virus, porque atrapan las partículas de tamaño mayor, pero no ocurre lo mismo con las mascarillas quirúrgicas.
Esperamos que os haya servido este post y utilicéis estos consejos para poder disfrutar de la primavera sin sufrir tanto por los síntomas de las alergias. ¡Nos vemos en el próximo artículo del blog de Ciudad Jardín!